A pesar de la temporada de lluvias, persisten lagunas secas en el norte del país

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Redacción

La sequía ha convertido en desiertos tres lagunas de Chihuahua, en la frontera norte de México, donde los campesinos denuncian la muerte de decenas de miles de peces y un “desastre ecológico” que el Gobierno ha desatendido.

La laguna de Bustillos, la laguna de Encinillas y la laguna Fierro pasaron de ser robustos cuerpos de agua a pequeños charcos rodeados de peces agonizantes o podridos, según documentó EFE en la zona.

Ernesto García Chánez, director de Ecología del municipio de Nuevo Casas Grandes, dijo a EFE que la situación que vive todo el estado de Chihuahua por la extrema sequía es un “desastre ecológico”.

“Atravesamos por una sequía de alrededor de dos años, hoy ya nos afectó en las dimensiones de la laguna redonda, bajan los niveles del agua, se concentran los contaminantes y causan la muerte de los peces, es la problemática real que tenemos”, expuso al lado de la laguna Fierro, a dos kilómetros de Nuevo Casas Grandes.

Christian Ontiveros Dórame, director de Protección Civil y Bomberos del mismo municipio, alertó de que lo más grave es el peligro que representan los peces muertos para la población.

“Miles de peces murieron a raíz de la falta de agua en la región, en el municipio, por la sequía tan grande que hemos tenido y por falta de lluvias que abastecen esta importante laguna para el municipio”, indicó.

 Una sequía ‘severa’ y ‘excepcional’

El hecho refleja la crisis hídrica de México, donde dos quintas partes del territorio afrontan un grado de sequía que va de ‘moderada’ a ‘excepcional’, según el monitor de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

En Chihuahua, el estado más grande del país, toda la entidad presenta algún grado de sequía ‘severa’, ‘extrema’ o ‘excepcional’.

“Estas lagunas se abastecen de agua por las lluvias y por el río Casas Grandes, ahorita por la falta de las mismas y la sequía que se ha presentado es el problema tan grave que tenemos a nuestras espaldas”, comentó Ontiveros Dórame.

Humberto Salazar, jefe del distrito 01 de la Secretaría de Agricultura en Nuevo Casas Grandes, advirtió de que los productores están batallando para dar agua a los animales y que lo más peligroso es que en algún momento tendrán que sacar agua potable para regar los cultivos.

“Los productores de la región tienen desde marzo o abril subiendo pastura y últimamente hasta agua han estado subiendo a los potreros porque no tenemos la buena lluvia que necesitamos. El temporal ha estado muy escaso, hay lluvias muy aisladas, muy escasas, esperamos que en estos días se componga esta situación”, dijo.

Hace alrededor de 50 días, la laguna Encinillas, conocida también como Ojo Laguna, ubicada 100 kilómetros al norte de la capital homónima del estado, se secó por completo, lo que afectó al sector ganadero del estado, una de las más importantes del país.

Bustillos, una de las mayores lagunas de la entidad, presentaba un nivel por debajo del 10 % desde junio, lo que llamó la atención a nivel mundial por las decenas de miles de peces muertos que aparecieron.

El especialista en temas del agua y exdelegado de la Conagua, Kamel Athié Flores, describió que las tres lagunas permiten la subsistencia de la biodiversidad, de todo tipo de fauna y flora en torno a los tres cuerpos de agua.

“Es una tristeza ver que esa laguna está seca a consecuencia de la sequía y el cambio climático”, lamentó.