-Aseguran que inversiones en México, solo se han detenido por la seguridad privada y buscan la homologación de legislación para participar en nearshoring.
Empresarios de seguridad privada esperan que en la nueva legislatura en el Congreso de la Unión se apruebe por fin la Ley de Seguridad Privada, toda vez que la actual legislación es obsoleta y sólo abona a la sobrerregulación e ilegalidad pues en las 32 entidades del país, las legislaciones son diferentes y es urgente homologarlas.
El presidente de la Sociedad Nacional de Industriales de Seguridad Privada A.C (ASUME), Armando Zúñiga Salinas, dijo que el sector requiere de certeza y de un piso parejo toda vez que, si no fuera por la seguridad privada, muchas empresas e inversiones, ya se hubieran ido de México porque el flagelo más grande que se vive en el país, es la inseguridad.
En ese sentido, mencionó que se debe avanzar y más aún en la coyuntura del nearshoring donde las empresas extranjeras, buscan seguridad para sus inversiones.
“Uno de los problemas más graves de México es la inseguridad, y lo hemos dicho, hay muchas inversiones que no se han ido porque está la seguridad privada, porque las empresas creen en nosotros y ahora vivimos un fenómeno que es el nearshoring que es una realidad y todas las inversiones que están llegando por la situación privilegiada que tiene nuestro país, son empresas que van a demandar de nuestros servicios y se van a instalar en México y les vamos a dar la certidumbre para que se queden, generen más empleos, es una gran responsabilidad”, indicó.
Destacó que la industria de la seguridad privada, genera 900 mil empleos, lo que los coloca entre las primeras diez ramas de la economía que más crean fuentes laborales por lo que también se dijo confiado que con Marcelo Ebrard al frente de la Secretaría de Economía, puedan constituirse en una Cámara cómo tanto lo han anhelado.
Por su parte, el invitado de honor del encuentro, el presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Alejandro Malagón Barragán, señaló que la inseguridad es hoy por hoy, el problema más grande que tiene la industria.
“Conocemos información que refleja el impacto directo que la inseguridad y violencia tienen sobre las empresas afiliadas a nuestras cámaras y asociaciones. Este impacto no solo está afectando sus operaciones, sino también la confianza en el entorno económico del país. Los espacios donde más se percibe esta inseguridad, en la población mayor de 18 años, son el transporte público (62.7%), las carreteras (53.7%) y las calles (52.3%)”, detalló.
El líder de los industriales del país, añadió que la inseguridad ha generado un aumento significativo en los costos operativos, ya que las empresas se ven obligadas a invertir en medidas de seguridad adicionales, tales como vigilancia, rastreo satelital, custodia de carga y protección ejecutiva. Además, sectores estratégicos, como el agroindustrial, el mayorista y la manufactura, están particularmente vulnerables al robo de mercancías y la extorsión, lo cual encarece productos y afecta las cadenas de suministro.
“Por su parte, la incertidumbre generada por los altos índices de violencia en algunas regiones ha resultado en una reducción de inversiones, tanto nacionales como extranjeras. En algunos casos, las empresas se ven forzadas a trasladarse a zonas más seguras, lo que repercute directamente en su eficiencia logística y en la productividad. Bien sabemos que se trata de retos complejos, pero en la Concamin contamos con diagnósticos realistas y propuestas concretas para hacer valer el Estado de Derecho y recuperar la seguridad pública”, dijo.
Malagón Barragán, precisó que entre las acciones estratégicas que proponen se encuentra el fortalecer el Estado de Derecho, reforzando el poder de las instituciones de seguridad y justicia, con una visión integral, es decir, menor impunidad es mayor seguridad; combatir la pobreza y la desigualdad, con inversiones, crecimiento económico y oportunidades de empleo.
Asimismo, profesionalizar los cuerpos de seguridad, ofreciendo un proyecto de vida a las y los policías, como lo hacen, por ejemplo, en Yucatán, fortalecer el tejido social, empezando por alentar la armonía familiar, el combate a las adicciones, la recuperación de espacios públicos y la creación de otros mecanismos que fortalezcan la cohesión social. Mejor comunidad es mayor seguridad.
Y priorizar la seguridad en el transporte público urbano y mejorar el alumbrado público, especialmente en las zonas industriales y colonias populares donde viven muchos de nuestros trabajadores. “También hemos hecho llamados para fortalecer la seguridad pública y profesionalizar la seguridad privada, con el objetivo de proteger nuestras zonas industriales y corredores estratégicos”.
En su oportunidad, Claudia Sánchez Porras, director general de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga, (Canacar), indicó que en lo que va del año, los hombres-camión, han tenido 6 mil incidencias delictivas pero lo grave es que la violencia ha subido de tono y se le está quitando la vida a los operadores.
Apuntó que 83% de los robos carreteros son de hidrocarburos y medicamentos y lo peor es que ya muy pocas personas quieres ser operadores del autotransporte lo que ha causado un déficit de 56 mil choferes y de seguir en esa línea, en 2028 faltarán 106 mil “por lo que se nos está poniendo muy crítica la situación.
De acuerdo con cifras de ASUME, todas las industrias, sectores productivos y empresas en México, consumen productos o servicios de seguridad privada. Generan 1.6% del PIB (70,000 millones de pesos solo en el subsector de servicios de investigación, protección y seguridad) y la demanda de sus servicios actualmente, registra un incremento de 8% de la modalidad del blindaje por ataques y uso de armas letales contra civiles a través de armas de fuego, drones y explosivos.
Además, ha crecido la contratación de sus servicios ante el incremento de extorsiones, cobro de piso y delitos cibernéticos, entre otros.