La hipertensión pulmonar es una enfermedad silenciosa cuyos síntomas, poco específicos, pueden confundirse con otros padecimientos o incluso con falta de condición física. Se trata de una enfermedad crónica, progresiva, incapacitante y grave que afecta a las arterias de los pulmones. Su evolución puede llevar a la falla del corazón y, sin tratamiento, tener un desenlace fatal en un periodo de 2 a 3 años.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) señala que, entre los cinco diferentes tipos de hipertensión pulmonar, solo 1% de los pacientes recibe tratamiento, principalmente aquellos con hipertensión arterial pulmonar (HAP), y a pesar de contar con tratamiento, la esperanza de vida media para un paciente es de cinco a seis años.
Sin embargo, un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado pueden ampliar significativamente este tiempo de vida de las personas que padecen esta enfermedad.
En México, Emmanuel Reyes Carmona, presidente de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados presentó un punto de acuerdo ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, para exhortar a la Secretaría de Salud (SSA) a que instruya a las dependencias a su cargo a que proporcionen los tratamientos indicados en el Protocolo Técnico de Hipertensión Pulmonar a los pacientes atendidos por este padecimiento, el cual se publicó en 2021.
“Es crucial para las familias que cuentan con un integrante que padece esta enfermedad que reciban la atención médica necesaria y, sobre todo, los medicamentos que les evitarán caer en gastos catastróficos debido a los elevados costos de los tratamientos”, afirmó el diputado Reyes Carmona.
El legislador resaltó que en nuestro país se han logrado avances importantes en la atención de la HP, pero se puede mejorar la disponibilidad y continuidad en el acceso a los tratamientos que permitan una adherencia correcta por parte de los pacientes.
