Redacción
La diarrea es una condición común que se caracteriza por deposiciones acuosas frecuentes. Generalmente, es un síntoma de otras afecciones, como infecciones, intolerancias alimentarias o enfermedades digestivas.
Manejarla adecuadamente es clave para prevenir la deshidratación y complicaciones mayores. Aquí presentamos una guía de cuidados básicos, hidratación y los signos de alarma asociados a este trastorno.
Cuidados básicos para sobrellevar la diarrea:
-Mantén una dieta astringente: Incluye alimentos de fácil digestión como arroz, plátano, manzana rallada y tostadas. Evita comidas grasosas, picantes o muy condimentadas.
-Hidratación: La pérdida de líquidos y electrolitos es común en episodios de diarrea, lo que puede llevar a deshidratación. Bebe líquidos en abundancia, como agua, suero oral, caldos claros o infusiones.
-Probióticos: Consumir yogures con probióticos o suplementos puede ayudar a restablecer la flora intestinal.
-Medicamentos: Algunos medicamentos, como el loperamida, pueden ayudar a reducir la frecuencia de las deposiciones, pero deben usarse bajo criterio médico, especialmente en niños.
-Higiene: Lávate las manos regularmente para evitar la propagación de infecciones, particularmente después de ir al baño y antes de comer o preparar alimentos.
Hidratación
La hidratación es vital para la recuperación de cualquier episodio de diarrea. Los líquidos ayudan a reponer los que se pierden con las heces líquidas. El suero oral es especialmente beneficioso, ya que contiene las sales y el azúcar necesarios para reponer los electrolitos perdidos.
Como alternativa, las soluciones de rehidratación caseras pueden ser una opción, mezclando agua limpia con una pequeña cantidad de sal y azúcar. Es fundamental evitar bebidas con cafeína, alcohol o muy azucaradas, ya que pueden empeorar la diarrea.
Signos de alarma
Existen ciertos síntomas que acompañan a la diarrea y que deben considerarse como señales de alerta para buscar atención médica inmediata. Estos incluyen:
-Diarrea severa o persistente que dure más de dos días en adultos o 24 horas en niños.
-Presencia de sangre, moco o pus en las heces.
-Dolor abdominal intenso o constante.
-Signos de deshidratación, como sequedad de boca, sed intensa, orinar poco, oscuridad en la orina, debilidad, mareos o confusión.
-Fiebre alta (mayor a 38.5°C).
-Pérdida de peso repentina.
Es crucial actuar rápidamente ante estos signos para evitar complicaciones graves como la deshidratación severa, que pueden requerir hospitalización.
Prevención
Muchos casos de diarrea se pueden prevenir manteniendo buenas prácticas de higiene y seguridad alimentaria. Lavarse las manos regularmente, especialmente después de visitar el baño y antes de manipular alimentos, es fundamental. Asimismo, asegurarse de que los alimentos estén bien cocidos y las superficies de preparación limpias puede ayudar a evitar infecciones.
La diarrea, aunque comúnmente es un trastorno leve y autolimitado, puede convertirse en una condición grave sin los cuidados adecuados. Seguir estas recomendaciones y estar atento a los signos de alarma puede ayudar a manejar los síntomas y prevenir complicaciones. Siempre se debe considerar la opinión de un profesional de la salud ante cualquier duda o empeoramiento del cuadro.