Redacción
La situación política en México enfrenta un momento crítico conforme se acercan las elecciones para los gobiernos de la Ciudad de México y Veracruz, donde las candidatas de Morena, Clara Brugada y Rocío Nahle, respectivamente, presentan una tendencia descendente que preocupa a Palacio Nacional.
Contrario a las expectativas del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), diversos problemas amenazan las posibilidades de victoria de su partido. Internamente en Morena, no se había observado un descontento y preocupación como el actual desde su aparición en la arena política nacional, de acuerdo con la columna Estrictamente personal del periodista Raymundo Riva Palacio publicada este martes, titulada CDMX y Veracruz, ¿posibles derrotas?
En ella se lee que en un ambiente electoral tenso, las acusaciones de corrupción y las disputas internas marcan la pauta de las campañas, afectando negativamente la imagen del partido en el poder. Además, se han reportado conflictos específicos como las acusaciones contra Rocío Nahle, quien enfrenta señalamientos sobre presuntas compras irregulares de propiedades y depósitos de grandes sumas de dinero en paraísos fiscales.
El presidente López Obrador ha tenido que intervenir directamente, reasignando tareas a figuras clave como Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal para fortalecer la campaña en la Ciudad de México, y delegando responsabilidades al gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, para apoyar a Nahle. A pesar de las estrategias implementadas y del flujo de recursos públicos hacia las campañas, la percepción de debilidad continúa, señala el periodista.
Los conflictos no se limitan a las campañas de Nahle y Brugada, pues también se extienden a disputas internas y a la preocupación por mantener la unidad dentro del partido, especialmente en la Ciudad de México donde la imposición de Brugada sobre otros candidatos ha generado división.
Las tendencias electorales indican un posible cambio de preferencia hacia los opositores, situación que ha llevado al presidente López Obrador a intensificar los esfuerzos para revertir esta situación, consciente del impacto que estas elecciones podrían tener en futuros comicios presidenciales. En este contexto, tanto en la Ciudad de México como en Veracruz, el resultado de las elecciones no solo definirá el futuro político inmediato de estas entidades, sino que también podría reconfigurar el panorama político nacional.